Fundación
(de origen ruso,
nacionalizado estadounidense, conocido por ser un prolífico autor de obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica), es
una colección de 5 relatos cortos que se publicaron por primera vez en un libro
de forma conjunta por Gnome Press en 1951. Cuatro de las historias fueron publicadas
originalmente en la revista Astounding, dirigida
por John W. Campbell entre 1942 y 1944. El
nombre que se le dio a las historias fue diferente a los que tienen en el
libro. La quinta historia se añadió cuando se recopilaron en forma de libro.
Una de las características más interesantes de la novela es
que se trata de un futuro muy lejano, decenas de miles de años en el futuro
pero con condiciones netamente humanas. En este futuro la humanidad se ha
extendido por toda la Galaxia adoptando una forma de gobierno imperial llamado
el Imperio Galáctico el cual por extensión, tanto
en tiempo como en espacio, comienza a corromperse y estancarse en cuanto a
nuevos conocimientos científicos asumiendo que todo lo que el hombre puede o
debe descubrir ya está hecho. Básicamente la primera trilogía (Fundación - Fundación
e Imperio - Segunda Fundación) trata sobre los resultados prácticos de la nueva
ciencia llamada Psicohistoria desarrollada por Hari Seldon, el cual predice de manera matemática
el fin del Imperio por su propia corrupción e inacción para seguir existiendo
como tal y cómo ésta influye en curso de las acciones de determinados
personajes que habrán de formar parte en el damero histórico cuya finalidad es
la de llevar a un nuevo imperio después de la destrucción del primero. También
muestra el origen del nuevo estado galáctico conocido como
"Fundación" destinado por sus avances tecnológicos a dominar toda la
galaxia.
El libro se divide en 5 capítulos:
Los psicohistoriadores
Los enciclopedistas
Los alcaldes
Los comerciantes
Los príncipes comerciantes
Isaac Asimov, Fundación.
Primera edición.
Editorial La Factoría de Ideas:
Madrid, 1951, 1979
Asimov pensaba que sus contribuciones más duraderas serían
las Tres Leyes de
la Robótica y la Saga de la Fundación. Más aún, el Diccionario de
inglés de Oxford le da crédito al introducir
las palabras positrónico, psicohistoria y robótica en el idioma inglés. La
primera de estas palabras se aplica a una tecnología enteramente ficticia,
aunque basada en el nombre de la partícula subatómica de antimateria opuesta al electrón, el positrón, mientras
que la segunda se utiliza con frecuencia en un sentido diferente al empleado
por Asimov; sin embargo, el uso de robótica continúa aplicándose con el sentido
dado por Asimov.
Las Tres Leyes de la
Robótica
de Asimov aparecen formuladas por primera vez en 1942 en el relato “El círculo
vicioso de Asimov”.
El autor busca situaciones contradictorias en
las que la aplicación objetiva de las Tres Leyes se pone en tela de juicio
planteando a la vez interesantes dilemas filosóficos y morales que, en esta
colección, Robots & Aliens están más presentes que nunca.
Los primeros robots construidos en la Tierra
(vistos, por ejemplo, en Yo,
Robot)
eran modelos poco avanzados. Era una época en donde la robopsicología no estaba aún
desarrollada. Estos robots podían ser enfrentados a situaciones en las cuales se
vieran en un conflicto con sus leyes. Una de las situaciones más sencillas se
da cuando un robot debe dañar a un ser humano para evitar que dos o más sufran
daño. Aquí los robots decidían en función de un criterio exclusivamente
cuantitativo, quedando luego inutilizados, al verse forzados a violar la
primera ley.
Posteriores desarrollos en la robótica,
permitieron la construcción de circuitos más complejos, con una mayor capacidad
de autorreflexión. Una peculiaridad de los robots es que pueden llegar a redefinir
su concepto de "daño" según sus experiencias, y determinar niveles de
éste. Su valoración de los seres humanos también puede ser determinada por el
ambiente. Es así que un robot puede llegar a dañar a un ser humano por proteger
a otro que considere de más valía, en particular su amo. También podría darse
el caso de que un robot dañara físicamente a un ser humano para evitar que otro
sea dañado psicológicamente, pues llega a ser una tendencia el considerar los
daños psicológicos más graves que los físicos. Estas situaciones nunca se
hubieran dado en robots más antiguos. Asimov plantea en sus historias de robots
las más diversas situaciones, siempre considerando las posibilidades lógicas
que podrían llevar a los robots a tales situaciones.
Uno puede llegar a encariñarse con los robots
de Asimov, el cual nos muestra en sus historias robots cada vez más
"humanos". En "El
hombre bicentenario",
Asimov nos narra la historia de Andrew Martín, nacido robot, y que lucha
durante toda su vida (como "Uno") para ser reconocido como un ser
humano. Están también R. Daneel Olivaw y R.
Giskard Reventlov,
que tienen un papel fundamental en la segunda expansión de los seres humanos y
la consiguiente fundación del imperio galáctico. Siendo los robots más complejos
jamás creados, fueron capaces de desarrollar la ley cero de la
robótica ("Zeroth
law", en inglés) como corolario filosófico de la primera:
Un robot no hará daño
a la Humanidad o, por inacción, permitir que la Humanidad sufra daño.
R. Giskard murió en Robots e Imperio, tras verse obligado
a dañar a un ser humano en virtud de la ley cero. El problema fundamental con
esta ley es definir "Humanidad", así como determinar qué supone un
"daño" para la Humanidad. R. Daneel logró asimilarla gracias al sacrificio
de Giskard, convirtiéndose desde entonces en el protector en la sombra de la
Humanidad. Daneel, bajo distintas identidades, se convierte en uno de los
personajes más importantes del ciclo de Trántor(formado por los cuentos y novelas
de robots, las novelas del imperio, y la saga de las fundaciones: 17 libros)
siendo además un elemento clave en su continuidad.
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